Tuesday, July 19, 2016

Dos



Por Malamañosa

Creo que nunca lo pensé realmente. Y sin embargo ahora me tiene tanto sentido. Dos personas juntas no pueden ser lo mismo que tres, cinco, diez docenas de personas. En efecto, en el lenguaje árabe, dos no son un plural sino otra cosa, una categoría en sí misma. Una persona es una voz singular, dos es una unidad dual. El plural existe sólo de tres en adelante.
Ahora que lo sé, no entiendo cómo no lo imaginé antes. Lo que hay entre dos personas, las que sean, no tiene nada que ver con el exceso de un plural. La experiencia de dos no tiene esa escapatoria de las multitudes. Decir tú y yo es enfrentarse a una especie de espejo simbiótico. Dos siempre van a encontrar cierta mentira propia en el otro. Como también cierta verdad de las cosas. Dos siempre tienen por dónde unirse, y si se separan, es incómodo no marcar la ruptura, componer una despedida. Entre una multitud, guardar silencio, retirar la mirada, dejar de poner una mano, constituyen actos pequeñísimos. Pero ante un solo otro son pequeños actos de demolición. 
Este categoría de la dualidad, el concepto tan concreto de la pareja como voz, es aún más interesante cuando se piensa que el árabe es “la lengua del sexo”, por mucho que se empeñen en olvidarlo los propios islámicos. Esto no lo digo yo. Lo dicen las escritoras y activistas de la nueva ‘Intifada sexual femenina’ en estos países, quienes tan solo tienen que recurrir a los clásicos antiguos árabes para probar su caso. En esa cultura, el placer sexual es un anticipo del paraíso. Contrario a la cultura moderna, los clásicos árabes evocan con gran franqueza el lenguaje sexual, cuya conversación alcanza su mejor estado con el binomio, la fusión de dos.  
 “Aquel que lee los antiguos libros eróticos árabes no puede seguir viviendo en la actual miseria sexual que padece el mundo árabe”, ha dicho el poeta libanés Yahia Jabeur en Al Qods en defensa de la nueva Intifada.
Son las cosas del lenguaje. Cómo al final siempre vemos el mundo a través de las palabras, de la información que siempre tienen por detrás. O por delante. No vamos a ponernos restrictivos ahora. 




Congo, su lucha anti extractivista y cómo no terminar en la boca de un elefante en la selva africana

Por Arturo Massol Deyá Para llegar al Congo se requiere de un espíritu de despojo verdadero, o sea, deshacerse de los miedos y de las malas...